domingo, 26 de febrero de 2012

Evangelio Primer Domingo de Cuaresma (B)

26 de febrero de 2012 (Marcos 1, 12-15)
Antes de comenzar a narrar la actividad profética de Jesús, Marcos escribe estos breves versículos: «El Espíritu empujó a Jesús al desierto. Se quedó en el desierto cuarenta días dejándose tentar por Satanás; vivía entre alimañas, y los ángeles le servían». Estas breves líneas son un resumen de las experiencias básicas vividas por Jesús hasta su ejecución en la cruz.

jueves, 16 de febrero de 2012

Encuentro con la Palabra


Domingo VII del tiempo ordinario – Ciclo B (Marcos 2, 1-12) – 19 de febrero de 2012
Cuentan que una vez iban dos frailes caminando por un campo. Al llegar a una quebrada, encontraron a una señorita muy bonita que quería pasar al otro lado sin mojarse; pero no había puente ni posibilidad alguna de cruzar el obstáculo sin meterse al agua; de modo que la hermosa jovencita le pidió a los frailes que le hicieran el favor de pasarla cargada. Uno de ellos no tuvo ningún problema en prestarle este servicio; se la echó al hombro y la pasó con mucho cuidado. Ella quedó muy agradecida y siguió su camino por un rumbo distinto.

Aceptar

Muchos de los encontronazos que se hacen palpables en nuestro día a día reflejan la lucha interna en la que estamos continuamente. Lo que sucede fuera de nosotros, fuera de nuestro ámbito de dominio y control, genera conflicto dentro de nosotros mismos y suele acabar exteriorizándose. La capacidad de aceptar no es la nota más característica del ser humano, pues éste más bien deja constancia de su etapa más infantil donde las cosas tienen que suceder de un modo inmediato, satisfactorio, beneficioso y de acuerdo a su propia necesidad. Esto, que tan bien reconocemos en los niños, se convierte en un hándicap para el adulto ya que le supone muchos quebraderos de cabeza.

Evangelio Séptimo Domingo Tiempo Ordinario

19 de febrero de 2012 (Marcos 2, 1-12)
Jesús fue considerado por sus contemporáneos como un curador singular. Nadie lo confunde con los magos o curanderos de la época. Tiene su propio estilo de curar. No recurre a fuerzas extrañas ni pronuncia conjuros o fórmulas secretas. No emplea amuletos ni hechizos. Pero cuando se comunica con los enfermos contagia salud. Los relatos evangélicos van dibujando de muchas maneras su poder curador. Su amor apasionado a la vida, su acogida entrañable a cada enfermo, su fuerza para regenerar lo mejor de cada persona, su capacidad de contagiar su fe en Dios creaban las condiciones que hacían posible la curación.

sábado, 11 de febrero de 2012

Evangelio Sexto Domingo del Tiempo Ordinario

12 de febrero de 2012 (Marcos 1, 40-45)
Jesús era muy sensible al sufrimiento de quienes encontraba en su camino, marginados por la sociedad, despreciados por la religión o rechazados por los sectores que se consideraban superiores moral o religiosamente. Es algo que le sale de dentro. Sabe que Dios no discrimina a nadie. No rechaza ni excomulga. No es solo de los buenos. A todos acoge y bendice. Jesús tenía la costumbre de levantarse de madrugada para orar. En cierta ocasión desvela cómo contempla el amanecer: "Dios hace salir su sol sobre buenos y malos". Así es él.

sábado, 4 de febrero de 2012

Evangelio Quinto Domingo del Tiempo Ordinario

A la puerta de nuestra casa. (5 de febrero de 2012-Marcos 1,29-39)

En la sinagoga de Cafarnaún Jesús ha liberado por la mañana a un hombre poseído por un espíritu maligno. Ahora se nos dice que sale de la «sinagoga» y marcha a «la casa» de Simón y Andrés. La indicación es importante pues, en el evangelio de Marcos, lo que sucede en esa casa encierra siempre alguna enseñanza para las comunidades cristianas.