NO
DESVIARNOS DE JESÚS
Las primeras generaciones cristianas se
interesaron mucho por las pruebas y tensiones que tuvo que superar Jesús para
mantenerse fiel a Dios y vivir siempre colaborando en su proyecto de una vida
más humana y digna para todos.
El relato de las tentaciones de Jesús
no es un episodio cerrado, que acontece en un momento y en un lugar
determinado. Lucas nos advierte que, al terminar estas tentaciones, "el
demonio se marchó hasta otra ocasión". Las tentaciones volverán en la
vida de Jesús y en la de sus seguidores.
Por eso, los evangelistas colocan el
relato antes de narrar la actividad profética de Jesús. Sus seguidores han de
conocer bien estas tentaciones desde el comienzo, pues son las mismas que ellos
tendrán que superar a lo largo de los siglos, si no quieren desviarse de él.