Con los ojos abiertos
Las primeras comunidades cristianas vivieron
años muy difíciles. Perdidos en el vasto Imperio de Roma, en medio de
conflictos y persecuciones, aquellos cristianos buscaban fuerza y
aliento esperando la pronta venida de Jesús y recordando sus palabras:
Vigilad. Vivid despiertos. Tened los ojos abiertos. Estad alerta.
¿Significan todavía algo para nosotros las llamadas de Jesús a vivir despiertos? ¿Qué es hoy para los cristianos poner nuestra esperanza en Dios viviendo con los ojos abiertos?
¿Dejaremos que se agote definitivamente en nuestro mundo secular la
esperanza en una última justicia de Dios para esa inmensa mayoría de
víctimas inocentes que sufren sin culpa alguna?