Romper la indiferencia
Según
Lucas, cuando Jesús gritó “no podéis servir a Dios y al dinero”,
algunos fariseos que le estaban oyendo y eran amigos del dinero “se
reían de él”. Jesús no se echa atrás. Al poco tiempo, narra una parábola desgarradora para que los que viven esclavos de la riqueza abran los ojos.
Jesús describe en pocas palabras una situación sangrante.
Un hombre rico y un mendigo pobre que viven próximos el uno del otro,
están separados por el abismo que hay entre la vida de opulencia
insultante del rico y la miseria extrema del pobre.