viernes, 11 de enero de 2013

¿Qué será la Iglesia el año 2013? Xavier Pikaza


Ignacio Ramonet de Le Monde Diplomatique en español (http://www.monde-diplomatique.es/) ofrece una visión "moderada" de lo que será el año 2013, desde una perspectiva política. Me gustaría que alguien, como J. M. Vidal o Jesús Bastante, ambos de RD, se aventure a ofrecer un pronóstico de lo que será la Iglesia Católica.
Yo no puedo hacerlo, no soy analista religioso, sino teólogo en jubilación gozosa y activa. Pero quiero ofrecer unas pequeñas reflexiones, par que otros puedan seguir pensando:

-- 1. En un sentido, los cambios serán mucho más pequeños, pues casi todo depende del Papa y de su Curia, que no parecen estar a favor de "aventuras" evangélicas, ni de primaveras petrinas... Y no parece que el Papa vaya a cambiar en este año. Está anciano, pero tiene aún fuerzas (me parece) para resistir un par de años, con su política que puede ser valiente, pero es continuista. La tradición, por otra parte muy buena, parece haberse anquilosado, con la bellísimas piedras del barroco vaticano. ¿Puede venir de allí algo bueno?
-- 2. Y, sin embargo, la referencia petrina (¿pétrea?) de Roma, con la tradición de Pedro y Pablo, me parece necesaria para el conjunto de la Iglesia. Ciertamente, hace falta rezar y muchísimo por el Papa y su Curia (que mucha falta les hace), pero también hay que mover ficha... El rey y la reina son importantes, con caballo y castillos, pero al final lo que cuentan son (somos) los peones.
-- 3. En tema no es quizá "qué pasará con la iglesia en general, sino que peones moveremos nosotros". Jesús no empezó cambiando Roma, ni siquiera Jerusalén (aunque al fin fue a Jerusalén y le mataron), sino que empezó en las aldeas de Galilea, y Pablo siguió luego en los suburbios de las ciudades de oriente. Este año 2013 parece tiempo bueno para retomar las tradiciones fundantes de Galilea, es decir, de las aldeas y suburbios, de las zonas marginadas, los sin sin casa ni cultura.
-- 4. Ayer mi amigo Rober me decía (y lo puse en el blog) que en el fondo muchos estamos (y yo en particular) secuestrados por el Vaticano. No sé del todo lo que quieres decir, Rober, pero es cierto: Yo no quiero separarme de la tradición de Pedro y de Roma... Me parece fundamental esa tradición, pues ella implica realismo histórico, frente a los voluntarismos utopistas (no utópicos) que suelen terminar en nada. Con realismo histórico debemos asumir el evangelio, que es Jesús y el NT, pero también XX siglos de Iglesia
-- 5. El evangelio es acontecimiento, no institución; pero el acontecimiento del amor de Dios en Cristo ha de expresarse en instituciones, siempre deficientes, pero necesarias. Y en ese sentido la institución romana forma parte de la "deficiencia esencial" de la Iglesia frente al Reino. Es una Institución de Unidad, que recuerda a Pedro, pero a Pedro en apertura a Pablo, y a Santiago, y a las mujeres... y a los grupos que tendían ya hacia un tipo de gnosis.
-- 6. Roma es una casa grande... y en ellas cabemos muchos. Es una casa desvencijada, destartalada, entre museo y oficinas en parte fantasmales... Pero en el entorno de Roma cabe casi todo lo que es referencia a Jesús. Por eso decimos que es católica... y queremos que esté ahí, aunque a veces no hagamos caso (no debamos hacer caso) a lo que dice.
-- 7. Por otra parte, nosotros, los cristianos "católicos", no somos responsables ante Roma y su institución, sino ante el Reino de Dios y,e n algún sentido, ante todos las iglesias, y ante el conjunto de la humanidad. Por eso quiero decirle a Rober que me importa mucho Roma, y que está en mi corazón de creyente católico..., pero que a veces algunos como yo andamos un poco a lo libre, por el bien de la misma Roma.
-- 8. De todas formas, mucho me temo que, si las cosas siguen así, al final nos importará ya menos lo pase en Roma. Quiero que eso no suceda, quiero que me importe lo que Roma dice y decide, los documentos que emite, los cardenales que nombra... Pero tengo que hacer un gran esfuerzo para que me importe. Por eso pediría a los de la Curia de Roma que cambien un poco, con el Papa a la cabeza....
-- 9. Como decía ya una vieja historia del Decamerón de Bocaccio, no sólo creemos por Roma, sino y muy especialmente "a pesar de Roma". (La historia del judío que se iba a convertir en católico, pero que quiso pasar ante por Roma, hacia el siglo XIV...). Su amigo católico estaba seguro de que viendo lo que había en Roma no se convertiría... pero fue al contrario: "Si a pesar de las cosas que allí se dicen y se hace la Iglesia sigue es que debe estar Dios en eso". Por eso le digo a Rober que quiero que me importe Roma... Pero que a veces pienso que al fin no tenemos que mirar tanto a Roma, con tortículis permanente (como decía Tarancón, hablando de los obispos hispanos), sino fijarnos más en nuestro gozo y compromiso creyente, allí donde estamos. Es de eso de lo que deberíamos hablar: Si estamos dispuestos a iniciar caminos.
-- 10 Se ha dicho que el Papa ha dicho que no asistirá al jubileo protestante del año 2017... No sé cómo lo ha dicho, quizá se ha referido a que ya no será entonces papa (habrá muerto o, más probablemente, habrá renunciado...). Pero ese jubileo es importante, no por lo que ha sido sin más la Reforma Protestante (aún en marcha), sino por lo que ha de ser la Reforma de Católicos y Protestantes y Ortodoxos...
Otro día intentaré concretar los posible cambios que yo veo para en la Iglesia para el 2013, y más en concreto para el 2013-2017. Hoy os dejo con la visión de I. Ramonet sobre el año político que acaba de empezar. Feliz día a todos.

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