Tres gritos ante la crisis: Zabala, Phacus, Casaldáliga

Me llegan de tres lugares distintos, pero convergentes. En los tres queda claro el problema de fondo (falta de humanidad), y la protesta indignada, el grito fuerte de los oprimidos(hebreos de Egipto), que puso en marcha un camino de transformación y de libertad: Ex 2, 23-25)

Zabala de Logroño es un amigo que colabora desde hace tiempo en el blog, profesor de Derecho, maestro en humanidad. A su juicio, el problema es de dignidad: O nos reconocemos y cuidamos unos a los otros, o nos terminamos destruyendo.

Phacus de Zaragoza es también amigo en pensamiento y vida. Analiza agudamente la situación, y sabe que “dinero llama a dinero”, sin importarle la vida de los hombres. Pide un poder que controle al poder, no lo ve en la Iglesia.

Casaldáliga, obispo emérito de Sao Félix do Araguaia (Brasil), ha criticado a "cierta jerarquía de la Iglesia que no aporta nada" y que "en lugar de abrirse al diálogo y la comprensión, excomulga y prohíbe, en medio de una crisis que está oprimiendo más a los pobres.

Zabala, Cuidar o aplastar
Cada vez hay más gente que se está dando cuenta de que esta crisis no es fundamentalmente económica, sino de valores. Lo que ocurre que esa concepción errónea del ser humano que en su forma actual y global se llama neoliberalismo capitalista está penalizando también a muchas gentes del llamado primer mundo. Pero sus consecuencias económicas llevan mucho tiempo afectando a los dos tercios de la humanidad. Cómo aquí vivíamos en una isla que creíamos protegida por un débil pacto social, que han roto, ahora nos despertamos y nos preguntamos ingenuamente cuando pasará la crisis.

Hay un dilema básico que revela dos visiones opuestas de lo que es la vida humana. Cuidar o aplastar, o dicho de otra forma, competir o cooperar. La visión egoísta: los otros son un mero medio para alcanzar mis fines; o la generosa: son personas como yo y todos debemos cooperar para una mejor calidad de vida, para ser más felices.

‒ O la dignidad de los seres humanos depende de su utilidad, de su capacidad de producir o consumir, de poseer.
‒ O su dignidad nace sólo de su condición de personas, dotadas de derechos y deberes correlativos, independientemente de su situación. Hay quien afirma que sólo nuestro gen egoísta nos ha hecho alcanzar este nivel de civilización. Mientras están los que piensan -pensamos- que es nuestro gen generoso, nuestra capacidad de cuidar a los débiles, lo que realmente nos ha hecho avanzar.

La historia suelen escribirla los poderosos, los violentos. Pero la auténtica es la que escriben día, con su testimonio, callado y a menudo desconocido, los que se conduelen del dolor ajeno. Los que saben que no todo lo legal es justo y que no todo lo justo es legal. Y han aprendido que las reglas éticas no derivan de abstractas deducciones, sino de contemplar el rostro dolorido de las víctimas y actuar en consecuencia. Y una de las víctimas actuales es la naturaleza a la que debemos cuidar, sabiendo que hemos de ser sus cuidadores y no sus dominadores insensatos.

Phacus, dinero llama a dinero. Los que manejan el euro no van a perder un céntimo

Aunque el riesgo verdadero en la economía es siempre de los que menos tienen, los pobres, todos los que trabajan sin descanso para comer, la prima de riesgo ha bajado hoy considerablemente, ha subido la bolsa un 1,3% y hemos pasado en un día a financiarnos como estado del 7,2% al 3,6% en bonos a dos años sin saber exactamente por qué, y dando por supuesto que nuestra economía será solvente al menos para los próximos dos años. Es lo que se desprende de las noticias económicas de hoy (7 VIII 12).

Eso no es sólo debido a las decisiones del Rajoy, qué más quisiera él, ni de los bancos alemanes que tienen demasiada influencia en la economía como dice tu iluminado hoy en el blog, tampoco de las decisiones que tome Draghi exactamente en los días que siguen... Se debe sin duda a que algunas personas han difundido la credibilidad en España (sin que sepamos exactamente la causa final ni sus intenciones) y que por lo tanto la deuda se puede financiar.

Y si bien es verdad, que quienes manejan el euro no van a perder un céntimo con la crisis de España e Italia. Grecia es un caso perdido, sería mejor decir que no van a salir perjudicados, o que ganarán con ello porque las finanzas están coimplicadas de tal forma en todos los países con lo que los grandes bancos decidan... En eso los alemanes son los más poderosos, que apenas tenemos poder de decisión a través de nuestros políticos, dando lugar por lo tanto a que sea el capital quien tenga el protagonismo en las decisiones más importantes de los últimos días.

Y la pregunta que yo me hago es quién puede dar credibilidad a España de la noche a la mañana para que suceda lo que hoy ha sucedido, y quién puede decidir lo que ha de ser la capitalización de la economía española en los próximos años si se asume la posibilidad de que España sea un país solvente dentro del Euro.

El dinero tiene su propia lógica pero no sabemos los ciudadanos qué pasa cuando el dinero toma sus propias decisiones y parece ser que los políticos no tienen el margen de maniobra suficiente como para influir en el proceso, al menos Rajoy y Rubalcaba, no nos engañemos, y qué pasa cuando la actitud especulativa de los inversores decide lo que un estado debe o no financiar como deuda, quien especula con la crisis de los estados en definitiva cuando el dinero ha decidido lo que un estado ha de generar como su potencial económico.

Las posibilidades de que ganen los que menos tienen son remotas e ignorar eso pensando que mediante la acción política se puede lograr algún avance en este asunto es exigirse mucho a sí mismo y a nuestros políticos dotarles de un poder que no tienen. No nos engañemos, hasta ese punto dependemos del capital. Alemania ya ha ganado lo suficiente con la crisis de España e Italia y Grecia y parece que va a permitir que se respire un aire de tranquilidad en los mercados estos días anunciando, insinuando, la posibilidad de que el BCE compre deuda de los países en crisis.
El dinero llama al dinero, como te vengo diciendo en los últimos años, y éste tiene una lógica endemoniada que aborta toda posibilidad de que este asunto quede en manos de los ciudadanos a no ser que se realice una revolución a gran escala, un experimento sociológico universal que permita que la historia encuentre su racionalidad frente a los intereses de unos pocos.

Si la dinámica del dinero es pecado eso lo sabéis mejor los que habéis sido curas, que tenéis experiencia en el poder de controlar el mismo poder. Por mi sólo soy un ciudadano que desearía que las cosas cambien hacia la lógica de una racionalidad distinta.

Casaldáliga, crisis de economía y de dignidad (entrevista radiofónica)
(https://mail.google.com/mail/u/0/#inbox/13901f3afb997dcb)

El obispo catalán, uno de los máximos representantes de la teología de la liberación, considera que el movimiento de indignados en España y también en otros países es "una señal de que las cosas cambian", les ha expresado todo su apoyo y les ha recomendado "luchar con esperanza".
"Ahora mismo, con la famosas crisis, vivimos exclusiones. La pasan los pequeños, los normales, pero los grandes no pasan crisis. Se utiliza para reforzar el poder económico, pero también está sirviendo para levantar consciencias", ha apuntado el obispo.

El prelado ha afirmado que "los indignados, incluso en Estados Unidos, son una señal de que las cosas cambian, un paso importante, una conciencia unitaria mundial contra la disparidad" y por eso se ha posicionado "claramente al lado de los indignados, ahora bien, se tiene que luchar con indignación y con esperanza".

Casaldàliga ha advertido que "Europa tiene que reconocer que tiene una misión: salvar Grecia de las manos de los que la quieren salvar poniendo delante sus intereses y no la dignidad del pueblo griego". "Mientras el lucro y los bancos sean los amos y señores de la vida y la historia humana, tendremos crisis: de economía y de dignidad", ha explicado.

El obispo considera que "Europa se salvará por la solidaridad dentro de Europa y en todo el mundo, pero tenéis que vigilar mucho la tentación de excluir a los emigrantes. Es un desafío: si no sabemos recibir a los de fuera, no sabremos convivir con los de casa".