Ir detrás de Jesús
Cuando el Bautista
fue detenido, Jesús vino a Galilea y comenzó a «proclamar la Buena
Noticia de Dios». Según Marcos, no enseña propiamente una doctrina para
que sus discípulos la aprendan y difundan correctamente. Jesús anuncia
un acontecimiento que está ya ocurriendo. Él lo está ya viviendo y
quiere compartir su experiencia con todos.
Marcos resume así su mensaje: «Se ha cumplido el plazo»: ya no hay
que mirar hacia atrás. «Está cerca el reino de Dios»: pues quiere
construir un mundo más humano. «Convertíos»: no podéis seguir como si nada estuviera ocurriendo; cambiad vuestra manera de pensar y de actuar. «Creed en esta Buena Noticia». Este proyecto de Dios es la mejor noticia que podéis escuchar.
Después de este solemne resumen, la primera actuación de Jesús es
buscar colaboradores para llevar adelante su proyecto. Jesús va «pasando
junto al lago de Galilea». Ha comenzado su camino. Es un
profeta itinerante que busca seguidores para hacer con ellos un
recorrido apasionante: vivir abriendo caminos al reino de Dios.
No es un rabino sentado en su cátedra, que busca alumnos para formar
una escuela religiosa. Ser cristiano no es aprender doctrinas, sino
seguirle a Jesús en su proyecto de vida.
El que toma la iniciativa es siempre Jesús. Se acerca, fija su
mirada en aquellos cuatro pescadores y los llama a dar una orientación
nueva a sus vidas. Sin su intervención, no nace nunca un verdadero cristiano.
Los creyentes hemos de vivir con más fe la presencia viva de Cristo y
su mirada sobre cada uno de nosotros. Si no es él, ¿quién puede dar una
nueva orientación a nuestras vidas?
Pero lo más decisivo es escuchar desde dentro su llamada:
«Venid detrás de mí». No es tarea de un día. Escuchar esta llamada
significa despertar la confianza en Jesús, reavivar nuestra adhesión
personal a él, tener fe en su proyecto, identificarnos con su programa,
reproducir en nosotros sus actitudes... y, de esta manera, ganar más
personas para su proyecto.
Este podría ser hoy un buen lema para una comunidad cristiana: Ir detrás de Jesús. Ponerlo al frente de todos.
Recordarlo cada domingo como el líder que va por delante de nosotros.
Generar una nueva dinámica. Centrarlo todo en seguir más de cerca a
Jesucristo. Nuestras comunidades cristianas se transformarían. La
Iglesia sería diferente.
José Antonio Pagola
3 Tiempo Ordinario - B
(Marcos 1,14-20)
(Marcos 1,14-20)
25 de enero 2015
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